Recientemente vi un post en este mismo foro sobre una nueva joya en el mundo del pre cocinado, de la mano como no de Mercadona, una receta estupenda de patatas bravas con un par de salsas exquisitas.
Gracias al usuario Gryphux me entro la curiosidad y me acerque al super de confianza buscando esas patatas en especifico, no las encontraba por ninguna parte y comencé a desesperar así que pregunte al dependiente que muy amablemente fue a preguntar al almacén. Esperaba frente a la puerta del mismo con nervios esperando que entre las manos del joven dependiente yaciera el tan preciado manjar.
Pasó un largo tiempo, cerca de una hora, pero fui fuerte y espere con duda, estaba por marcharme cuando por megafonia tras la canción de Mercadona sonó la voz del joven esperando que yo aun permaneciera en el establecimiento, se notaba su cansancio y su júbilo, por fin me convocaba a caja.
Tenia miedo de no ser digno, de no merecerlas, pero mi codicia me condujo con determinación frente a la cajera y le pregunté decidido:
Yo:¿Están o no están?
Chica maja: -asintió risueña- Están
Me llene de dicha y pagué una ración de esas patatas, me marche y llegue a casa cansado pues corrí por el ansia que me invadía.
Abrí la bolsa y coloque sobre la encimera la caja que contenía lo que para mi era el santo Grial de la gastronomía, aun no podía tomarlas, estaba sudado no era digno de abrir un producto merecedor de mostrarse en el mas prestigioso museo. Lave cada rincón de mi cuerpo en profundidad y me adorne con mi mejor albornoz, seda persa que cubría totalmente mi cuerpo y bordes dorados que hacían de esa prenda un placer para la vista.
Con sumo cuidado sostuve la caja y me deleité de un empaque digno del sello gourmet, mis sentidos gozaban de cada segundo, nada mas tenia importancia solo existíamos las patatas y yo.
Encendi el fogón y coloque mi mejor sarten antihaderente chopper chef cuadrada donde añadí aceite virgen extra traído directamente de la Sierra de Cazorla, hecha con olivas por los primeros mulatos que llegaron este verano de vacaciones. El leve burbujeo del aceite me indicaba que era la hora, vertí el contenido del empaque y disfrute con los ojos vidriosos del sonido que surgía de la unión de dos productos de calidad premium.
Prepare unas velas y mi cubertería de plata junto a una vajilla de cerámica cusqueña. Mis años de experiencia en el cooking mama me ayudaron a prepararlas al punto perfecto y procedí a emplatar con mi WiiRasera, vertí en las salseras las dos salsas distintas que incluían las patatas, reducción de tomate especiado con un toque de picante y una mayonesa de ajo con un toque suave de cebollino fresco, acompañamientos de diez, el sabor... indescriptible, es algo que tenéis que disfrutar de primera mano, asegurada una experiencia solo apta para los mejores públicos.
Conseguirlas y disfrutad de las mejores patatas bravas directitas de la bahía.
PD: La recomendación de este foro no falla, una de las mejores experiencias de mi vida, gracias por tener esta grandiosa comunidad.